El LHC, el más poderoso acelerador de partículas del mundo, ubicado en el CERN, el laboratorio europeo de física de partículas localizado en la frontera entre Francia y Suiza, genera colisiones de partículas desde no hace mucho, pero los científicos e ingenieros ya han hecho avances significativos en la preparación de futuras mejoras que superen la eficiencia del diseño nominal del acelerador, entre las cuales figuran aumentar 10 veces las tasas de colisión hacia finales de la próxima década, y lograr por último haces de mayor energía.
En una prueba reciente, un electroimán construido por miembros del Programa de Investigación del Acelerador LHC (LARP por sus siglas en inglés), usando un avanzado material superconductor, logró un campo magnético lo suficientemente fuerte como para enfocar haces intensos de protones en las regiones de interacción del LHC objeto de mejoras técnicas.El programa LARP es una colaboración estadounidense entre el Laboratorio Nacional de Brookhaven, el Laboratorio del Acelerador Nacional Fermi (Fermilab), el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, y el Laboratorio del Acelerador Nacional SLAC.Eric Prebys, del Fermilab, dirige el LARP.
El aumento de potencia implicará que haya más eventos de colisión en las regiones de interacción del LHC; por tanto, los experimentos podrán recolectar más datos en menos tiempo. Pero también implicará que los electroimanes que enfocan los haces hacia pequeños puntos en las regiones de interacción y que están a menos de 20 metros de los puntos de colisión, sean sometidos a una radiación y un calor mayores que aquellos para los que están diseñados actualmente.Uno de los objetivos del LARP es preparar electroimanes mejorados usando un material superconductor diferente con mayor tolerancia al calor. Ya hay un candidato firme, pero se necesita desarrollar métodos avanzados de fabricación para superar los obstáculos técnicos impuestos por el uso de este material. En ésta y otras cuestiones están trabajando ahora los ingenieros.Muchos logros científicos se esperan conseguir con el LHC. Los astrónomos confían en poder averiguar cosas sobre las propiedades microscópicas de la materia oscura mediante el LHC. También se espera crear de modo artificial, por primera vez, una partícula de materia oscura.Asimismo es posible que la detección en el LHC de nuevas y exóticas partículas pueda permitir a los físicos vislumbrar la existencia y las formas de dimensiones adicionales a las conocidas. Unos investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison y la Universidad de California-Berkeley sostienen que las huellas reveladoras dejadas por ciertas partículas podrían permitir distinguir entre las posibles formas de las dimensiones espaciales adicionales predichas por la teoría de las cuerdas.La teoría de las cuerdas describe las partículas fundamentales del universo como diminutas cuerdas vibrantes de energía, y sugiere la existencia de seis o siete dimensiones espaciales inadvertidas, además del tiempo y las tres dimensiones espaciales que normalmente captamos